¿ En qué momento un observatorio deja de ser un observatorio?...

Ultimamente se está generando en la Región de Coquimbo, y mas particularmente en el Valle de Elqui, una preocupación por la multiplicidad de ofertas turísticas en el ambito astronómico, las cuales son el producto natural de la mundialmente reconocida calidad de los cielos de Chile.

Las autoridades locales, tanto SERNATUR, como algunos municipios directamente implicados, temen que se instalen aqui algunos desordenes observados en una región muy turística del Atacama: todos reconocen que el desarrollar un turismo astronómico intensivo no impide hacerlo bien, en forma profesional, y apuntando siempre a garantizar la entera satisfacción del visitante.

Por ello la Cámara de Comercio de Vicuña tuvo la iniciativa de emprender la redacción de una normativa que enmarque las ofertas de turismo astronómico, con la intención de dotar este país de una regulación que protega a los turistas evitando posibles abusos. Seguidamente entregamos el texto completo actualmente presentado.

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PROYECTO DE NORMATIVA PARA OFERTAS DE TURISMO ASTRONOMICO

Ante cualquier intento por establecer una tal normativa, es importante tener presente que no existe una definición formal y objetiva de lo que es o no es un observatorio. Sin embargo, podemos fijarnos en unos criterios básicos comúnmente usados por la comunidad astronómica internacional y que permiten clarificar las cosas. Tal esfuerzo es indispensable en el ámbito de la oferta turística, para así poder garantizar que los visitantes sepan a qué atenerse y encuentren ofertas conformes a sus expectativas. Además, hemos de resaltar que los elementos entregados aquí tienen por único objetivo de identificar al producto ofrecido, en ningún caso de evaluarlo: así, por ejemplo, una oferta turística que no califique como “observatorio” no significa que sea algo malo o sin interés, sino que sería un producto alternativo, el cual potencialmente puede gozar de un alto aprecio por parte del visitante.

Muchos de los reclamos publicados en los foros acerca de algunos oferentes turísticos en el Valle de Elqui lo fueron porque los visitantes pensaban ir a un “observatorio”, aun cuando el contenido y desarrollo del tour astronómico entregado eran de buena calidad: de saber lo que se les ofrecía, probablemente esos mismos visitantes lo habrían disfrutado mas…

Así el único objetivo de establecer una normativa es informar al visitante de lo que se le está ofreciendo, pues una información inadecuada puede ser de por si fuente de decepciones.

Observatorios Astronómicos Públicos

Habiendo aclarado esto, los tres criterios fundamentales mas usuales que definen a un observatorio astronómico son los siguientes:

Ser una estructura construida específicamente para observaciones astronómicas, en un entorno en el cual no se desarrollan actividades que no estén directamente relacionadas con la astronomía.
Los clientes interesados en “observatorios” buscan un ambiente particular, que implica un mínimo de aislamiento, silencio, oscuridad, etc… Cualquier actividad hotelera, gastronómica, o de entretenimiento es incompatible con tal ritual... Anotemos sin embargo que muchos colegios y universidades en el mundo tienen observatorios propios a fines de estudios, y son considerados como tales a pesar de tener en su entorno actividades educativas diurnas.

Tener los telescopios en estructuras fijas.
El hecho de desplazar un telescopio altera la delicada alineación de las partes ópticas, y exige una maniobra fina de recalibración antes de volver a usarlo. Una garantía de que la calidad de las observaciones sea conforme a lo que se espera de un observatorio es precisamente que los telescopios no sean portátiles.

Ser operado por expertos en astronomía.
Por “experto” no se entiende necesariamente un astrónomo formalmente titulado (de ser así solo habría uno en todo Chile…) sino un personal que tenga una larga y continua práctica de la astronomía, y que sepa desempeñarse en forma autónoma en cualquier intervención relacionada con el tema. El tener un personal experto en astronomía es una de las expectativas más comunes por parte de los visitantes, pues esperan por ejemplo que este resuelva todas sus dudas sobre los temas de astronomía que hoy abundan en los medios de comunicación…

Cabe recordar también que, al contrario del “mito” popular, la presencia de una cúpula no es necesaria para identificar a un observatorio. Las cúpulas fueron diseñadas para proteger el telescopio de las luces, polvos, vientos y humedad (dicho de paso, nada de eso es demasiado relevante en los cerros de Chile…) pero tienen el inconveniente de concentrar el calor que desprenden los cuerpos humanos, y si en ellas se juntan más de 2 personas, puede llegar a deteriorarse la calidad de las imágenes. Por ese motivo, las cúpulas se suelen reservar para observatorios científicos (sin ninguna persona presente), o bien observatorios personales o dedicados a astrofotografía (con solo 1 o 2 personas presentes), mientras que los observatorios públicos modernos prefieren optar por el concepto de estructuras corredizas que dejan los telescopios a cielo abierto.

La ubicación tampoco es un criterio que define a un observatorio: por supuesto para observaciones de calidad se requiere alejarse de cualquier contaminación lumínica (por un lado la luz directa, y por otro lado el extenso halo de luz indirecta que envuelve a las poblaciones), alejarse de edificaciones de concreto, que producen turbulencia al evacuar el calor acumulado por el día, alejarse de cultivos o de vegetación densa, que retienen humedad y expiran oxígeno y vapor de agua y, en la medida de lo posible, disponer de cierta altura sobre el nivel local del piso (idealmente unos 2 metros). Pero cualquier instalación que cumpla con los 3 criterios fundamentales y se ubique en las cercanías de una urbanización, seguiría calificándose como observatorio, simplemente sus telescopios no gozarían del alcance y de la calidad de imagen que tendrían al estar bajo un ambiente menos contaminado.

Centros de Observaciones Astronómicas

No es necesario un observatorio formal para realizar actividades astronómicas de calidad: un buen telescopio dispuesto en un buen lugar ya define de por si una ventana al Universo… Toda oferta de observaciones del Cosmos que no cumpla con alguno de los tres criterios fundamentales puede entonces calificarse de “Centro de Observaciones Astronómicas”, con la ventaja de poder desarrollar todo un panel de actividades de entretenimiento para atraer el público, unas libertades con la cuales no pueden contar los observatorios formales…

Sin embargo, para garantizar un nivel de calidad, se deben cumplir unos criterios básicos:

Informar adecuadamente al visitante.
Los Centros de Observaciones Astronómicas, al contrario de los observatorios, tienen la facultad de implementar su oferta con una variedad de actividades entretenidas e incluso innovadoras, pero a menudo usan o abusan de la palabra "observatorio", haciendo que el turista se sienta perdido entre tantos tours astronómicos y que no sepa elegir. Tal circunstancia ya está ocurriendo en San Pedro de Atacama, habiendo generado allí cierto desafecto del público por el tema (desde 2015 va bajando la contratación de tours astronómicos…): la situación local es tan caótica que el tema de la astronomía es constante objeto de chistes... (ver ejemplo a pie de texto). De momento, y mientras no se establezca un sello distintivo de cada tipo de producto, el simple hecho de facilitar una descripción clara del contenido astronómico realmente incluido ayuda a evitar toda posible confusión en cuanto a las expectativas del turista..

Ser operado por un guía calificado.
Algunos negociantes tienden a olvidar lo siguiente: la astronomía es una ciencia, y entregar información astronómica al público, cualesquiera que sean la circunstancias, es “divulgación de material científico”, una actividad ciertamente prestigiosa, pero de gran responsabilidad: quien se comprometa en realizar un tour astronómico tiene el deber moral de no entregar informaciones erróneas o aproximadas, y de saber explicar correctamente todos los temas que aborda. En los países conocidos como "desarrollados" no está permitido ejercer actividades de divulgación astronómica sin la debida acreditación formal. En Chile no llegamos a ese nivel aún, y cualquiera que compre un telescopio puede desarrollar tours astronómicos para público… Sin embargo, al contrario de lo que piensan algunos, un telescopio de por sí, y por excelente que sea, no puede cumplir esa misión sin al menos agregarle un personal contratado exclusivamente para tal propósito (por ejemplo, el dueño de un hotel no sirve…) y que justifique de una capacitación específica entregada por una autoridad en astronomía. Por supuesto no se le exigirá a tal guía una experticia tan profunda como para un observatorio formal, pero si se le exigirá ser preciso y exacto en su discurso, y esas dos condiciones –un personal exclusivo y capacitado –son las únicas que lo pueden garantizar.

En definitiva, hemos de resaltar que el Turismo Astronómico no se centra únicamente en los observatorios, sino en la gran variedad de ofertas que proponen, juntos, los observatorios, los centros astronómicos, y hasta los hoteles y camping... Esperemos entonces que los criterios aqui expuestos permitan a cada uno elegir el producto más conforme a sus expectativas, garantizando así que cada oferta que proponga astronomía reciba al público adecuado…

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Dos amigos conversando:
- " ¿ Te conté que pienso establecer una panadería en San Pedro ? "
- " Me parece muy buena idea, ¿ y ya escogiste el telescopio que vas a poner?..."

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